“Honraré la Navidad en mi corazón
y procuraré conservarla durante todo el año”.
Charles Dickens
y procuraré conservarla durante todo el año”.
Charles Dickens
Hay momentos en los que el silencio inunda todo lo que nos rodea… en los que el tiempo parece detenerse… Momentos que convierten la noche más fría en la escena más cálida. Silencio para escuchar la nieve al caer, el arrullo intermitente de las estrellas o las suaves caricias del mar. Momentos que se alejan del ruido cotidiano, para hacer de ellos algo especial, casi mágico. A veces, en alguno de esos momentos, hasta podemos llegar a oirnos a nosotros mismos…
Shhhhh… silencio.
Momentos para beber de la botella del silencio y dar unos tragos de paz… Que a veces nos embriagan hasta hacernos olvidar que detrás de cada silencio, detrás de cada susurro, detrás de cada uno de esos tragos, se esconde el trabajo, la dedicación y el esfuerzo de aquellas personas que hacen posible nuestos sueños. También el sonido del silencio encubre a los que claman por un sueño, o los que sueñan con poder soñar… en silencio. ¿Cuánto vale un momento de paz?...
¿Y un instante de felicidad?...
¿Y un instante de felicidad?...
Pregúntaselo a los que no lo tienen.
Vive de forma intensa los momentos de tranquilidad y silencio; escucha el sonido de la nieve al caer, el arrullo de las estrellas o las caricias del mar… Pero sobre todo en estos días, escucha también el latido de tu corazón, el silencio de los que sufren, la generosidad de los que hacen posible tu felicidad desde el silencio... e incluso a los que sin querer, no saben callar.
Deja volar tus sueños y sonríe siempre al despertar.
Shhhhh, silencio… ¡Ya es Navidad!
Por Alberto de Zunzunegui
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